SWEET SISTERS
HOLA, SOMOS CRISTINA Y PATRICIA
Y juntas formamos Sweet Sisters, junto a nuestra querida Alfonsita y nuestro supervisor Gus. ¿Quieres conocernos? Sigue leyendo.
Sweet Sisters empezó de la manera más espontánea. Esporádicamente hacíamos pequeños trabajos para amigos, compañeros del sector y familiares, pero un día, después de diseñar las invitaciones para una de nosotras mismas, Patricia dijo: «Oye, ¿y por qué no nos abrimos una cuenta en Instagram y empezamos a mostrar nuestros trabajos?» Siempre nos ha gustado este mundo y lo iniciamos como un hobbie, hasta que dejó de serlo 🙂
Soñábamos despiertas con dedicarnos a esto. Después de mucho trabajarlo, lo hemos conseguido.
Arte en nuestro ADN
Desde pequeñitas siempre hemos estado rodeadas de personas con alma de artista. Nuestra madre y tía, daban clases de pintura, desde niños a más adultos. Tenían su propia academia de pintura. Las técnicas que más trabajan eran el óleo y el pastel. Recordamos estar metidas entre pinceles, pinturas y ese olor tan característico nada más entrar.
Por otro lado, nuestro padre y tío tenían un taller en el que tallaban, creaban y trataban los marcos. Para nosotras, uno de nuestros olores favoritos, es el olor a madera tallada. ¡Nos trae tan buenos recuerdos…! Se podría decir que veíamos como un lienzo en blanco cobraba vida y terminaba siendo una obra de arte, de principio a fin, creada por nuestra familia.
Eso ha hecho que amemos el arte en todas sus versiones y en todas sus formas.
Nuestra querida Minerva
Llevábamos años detrás de esta Heidelberg de aspas, muchos años buscando y ninguna nos encajaba, hasta que llegó nuestra Alfonsita. La imprenta era de un señor mayor que había fallecido recientemente. Su familia la vendía porque querían que alguien la aprovechara. Fue el destino. Fuimos a por ella, tuvimos que contratar a un camión grúa y cortar toda la calle, estaba metida en una casa antigua en la que, una vez la metieron dentro, posteriormente hicieron obra y construyeron un muro, el cual no podía pasar por ahí. Tuvimos que tirar parte de ese muro (menos mal que esa casa estaba para vender y reformar). 1 tonelada, ni más ni menos. Rompía el suelo mientras la arrastrábamos. La verdad que fueron unos horas muy agobiantes, ya que no queríamos romperla, estaba muy delicada y teníamos que restaurarla y limpiarla, pero por fin, era nuestra. Estuvimos con ella muchas horas limpiándola y reparando las partes que tenía más dañadas, gracias a nuestro padre, maestro matricero, que nos ayudó a desmontar todas esas piezas y pudimos limpiar. Al ser una imprenta tan antigua no hay recambios como tal, así que cogió los antiguos y dañados y los restauró.
Por fin la teníamos lista en nuestro taller, pero, ¿por dónde empezamos?
Nos lanzamos a la aventura sin saber absolutamente NADA. Nos recorrimos todo Internet en busca de información, buscando cursos o a profesionales que nos pudieran guiar o dar alguna información básica. Y, por arte de magia, el destino nos tenía preparada una sorpresa: apareció Emiliano (“Nano” para la familia) con su sabiduría.
Un señor adorable que trabajó toda su vida como impresor con una Heidelberg como la nuestra. Contactamos con él y no dudó ni un segundo en venir a explicarnos. Recordamos ese día en un lugar muy especial de nuestro corazón para nosotras… Él estaba emocionado e ilusionado mientras nos contaba sus vivencias y experiencia y nosotras como unas esponjas intentando absorber toda la información tan interesante que nos explicaba.
A día de hoy, no tenemos palabras para agradecerle todo el apoyo que nos brindó.
Una meta muy deseada y alcanzada.

¿Por qué un erizo como logo?
Nuestra querida Rogelia fue un regalo muy especial.
Siempre nos han encantado los animales, nos transmiten mucha ternura y bondad, en especial a Patricia. Cuando recibió la sorpresa no se lo podía creer: un pequeño animalito tan divertido, que siempre veía en vídeos por internet, ahora lo tenía en sus manos.
Rogelia era muy especial, a cualquier persona que le decías que teníamos a una eriza enana como mascota se sorprendía y quería conocerla. Fue algo que creemos que tenía que estar presente, pues apareció poco antes de nosotras lanzarnos a la aventura y nos encantó la idea de que estuviese reflejada en Sweet Sisters, como algo muy nuestro, muy personal.

Lo que más nos gusta de nuestro trabajo
Todo el proceso tiene algo especial, hasta los momentos más estresantes tienen un punto que nos termina gustando al ver el resultado.
Pero si tuviéramos que elegir, serían las palabras que recibimos al entregar el proyecto. Ya sea unas invitaciones de boda, una creación de marca o unas cajas para un cumpleaños.
El que sigan confiando en nosotras tras haber creado algo con ellos anteriormente, y lo hagan con la misma ilusión, o incluso más.
Todo eso hace que nosotras crezcamos profesionalmente y personalmente, y creamos en Sweet Sisters hasta el fin.